Los gobiernos financian y promueven la crisis climática-5
Veamos nuevas formas y herramientas políticas a través de las cuales los gobiernos financian y promueven la crisis climática.
Los gobiernos de la Unión Europea no sólo incumplen «el principio de que quien contamina paga», sino que premian a las empresas contaminantes de producción y consumo de energías fósiles con subsidios de miles de millones de euros de dinero público. Entre 2014 y 2016 dieron más de 112.000 millones anuales.
El Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea requiere que la política de la Unión se base en «el principio de que quien contamina paga» (art. 191.2). Sin embargo, las empresas de producción y consumo de combustibles fósiles no sólo no pagan por contaminar, sino que los gobiernos las premian con enormes subsidios. Según un estudio de la Red Europea para la Acción Climática, la UE junto con los gobiernos de 11 países de sus estados miembros, aportaron entre 2014 y 2016 más de 112.000 millones de euros anuales para apoyar a la producción y consumo de combustibles fósiles.
5.1 La opacidad de los subsidios de miles de millones
Pero no sólo los gobiernos financian y promueven la actual crisis climática. Además, lo hacen de forma opaca para evitar que la población se entere. En la Unión Europea no es fácil seguir la pista a los subsidios que se dan a los combustibles fósiles. Una de las razones es que los subsidios se pueden facilitar y aplicar a través de numerosos procesos y herramientas políticas: financiación directa, desgravaciones fiscales y exenciones de otros gravámenes, préstamos preferenciales, garantías de bancos públicos, inversiones en infraestructura, transporte, exenciones de regalías, investigación y desarrollo, cuotas de derechos de emisión de CO2, etc.
En cualquier caso, parece lógico que pueda entenderse como un subsidio cualquier acción gubernamental que contribuya a reducir el coste de la producción de combustibles fósiles y favorezca su uso.
5.2 Fondos y bancos públicos que dan subsidios
Veamos, por ejemplo, la financiación a través de algunos fondos y bancos que utiliza la Unión Europea. El Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE) ha garantizado préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) por importe de miles de millones de euros de dinero público, para proyectos de combustibles fósiles y autopistas.
Los hechos indican que las promesas de la Comisión Europea para destinar inversiones a la lucha contra el cambio climático eran falsas. La finalidad de las inversiones ha sido justamente lo contrario: La Comisión Europea y los gobiernos han financiado la destrucción del clima. Y lo han hecho sabiendo que con la quema de combustibles fósiles en esos proyectos la temperatura media del planeta seguirá aumentando.
5.3 El mayor proyecto de combustibles fósiles de Europa
El Southern Gas Corridor es el mayor proyecto de combustibles fósiles de Europa. Se trata de un gasoducto de 3.500 kilómetros, desde Azerbaiyán al oeste de Turquía, Grecia y el sur de Italia. Ha sido diseñado para ser escalable al doble de su capacidad inicial, con el fin de permitir posibles suministros de gas adicionales en el futuro. La inversión total de la ruta de Azerbaiyán a Europa se estima en unos 45.000 millones de dólares USA . En la financiación han comprometido préstamos el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, el Banco Mundial y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura.
En febrero de 2018 el Banco Europeo de Inversiones (el mayor prestamista público del mundo) realizó un préstamo de 1.500 millones de euros para el gasoducto Trans Adriático (TAP) desde Grecia a Italia. Las empresas accionistas del TAP son BP (20%), SOCAR (20%), Snam (20%), Fluxys (19%), Enagás (16%) y Axpo (5%). Se espera que la entrega de gas a Europa comience en noviembre del año 2020. Lo que indica que el gasoducto seguirá funcionando durante décadas a pesar de que el impacto climático del gas es igual o peor que el del carbón, como hemos visto en el apartado del gas fósil de este mismo artículo.
Los que fueron altos funcionarios europeos (el ex-vicepresidente de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič, y el ex-comisario de clima y energía, Miguel Arias Cañete) presionaron al BEI para que concediera el respaldo financiero al gasoducto. Con este fin enviaron una carta con fecha 13 de julio de 2017 diciéndole que el proyecto era «vital e insustituible».
5.4 Sector del transporte: el mayor beneficiario y responsable de la cuarta parte de las emisiones
El mayor de los beneficiarios de los subsidios en la Unión Europea es el sector del transporte. Los gobiernos le han proporcionado al menos 49.000 millones de euros anuales en gasto directo, exenciones fiscales y sostenimiento de ingresos y de precio. Éste sector es responsable de casi la cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa. En 2016 más de 1.200 millones de euros se destinaron a autopistas, la mitad de esta suma se gastó en Alemania, los Países Bajos e Italia, que no carecen de carreteras.
La UE tiene una de las redes de transporte más densas del mundo. El sector del transporte es el único en la UE que no ha reducido de manera significativa sus emisiones de gases de efecto invernadero desde 1990. ¿Por qué? Porque la mayoría de países de la UE han invertido grandes cantidades de dinero en ampliar sus carreteras y reducir la red de ferrocarril. Y ya se sabe la tendencia: a más carreteras más coches. Entre 1995 y 2020 la longitud de las autopistas creció un 60% (de 51.494 km a 82.493 km), mientras cerraban al menos 2.582 estaciones de ferrocarril.De esta forma los gobiernos de la UE aumentan las emisiones de GEI, a su vez, impiden que las personas dispongan de una alternativa al coche mediante transporte público y dependan de vehículos privados. La UE, Noruega, Suiza y el Reino Unido gastaron entre 1995 y 2018 1,5 billones de euros para ampliar las carreteras, un 66% más que en los ferrocarriles.
La aviación, que utiliza queroseno como combustible, es uno de los sectores que más emisiones de GEI genera en el mundo. En la Unión Europea la aviación goza de un estatus fiscal privilegiado, sin impuestos ni regulaciones, por lo que se espera que las emisiones aumenten. Según un estudio de Transport & Environment, las exenciones fiscales de la aviación en la UE fueron de 34.200 millones de euros en el año 2022. La estimación para el año 2025 es que aumenten las exenciones fiscales a 47.100 millones de euros.

5.5 Subsidios, fraude de las emisiones de los coches, contaminación y muerte
El Banco Europeo de Inversiones (BEI) también ha entregado otros 1.300 millones de euros de dinero público a la industria del automóvil. Un dinero que la investigación de la oficina antifraude de la UE confirmó que probablemente se haya utilizado de manera fraudulenta en la manipulación de las emisiones de los coches.
Un ejemplo es el caso de Volkswagen, que vendió con engaños once millones de coches que emitían unas cuarenta veces más de óxido nitroso (NO2) por encima del nivel permitido. La trampa consistió en que el fabricante alemán creó un algoritmo (código informático) que es capaz de detectar las condiciones en que se realizaban las pruebas oficiales durante la homologación. De esta forma alteraba las emisiones de los coches para que se ajustaran a los límites legales.
Pero Volkswagen no ha sido el único, ya que el engaño lo han realizado casi todos los fabricantes, según el informe Dieselgate de Transport & Environment. La proporción alcanza al 80% de los 37 millones de coches vendidos desde 2010. ¿Cuales ha sido las consecuencias de esta enorme estafa? El exceso de gases tóxicos emitidos provoca 72.000 muertes prematuras al año en la UE, la mayoría causadas por el dióxido de nitrógeno de los motores de gasoil sobre todo. Por otro lado, el exceso de nitrógeno ha sido el causante de daños ecológicos como la pérdida de oxígeno, la proliferación de toxinas o la disminución de la calidad del agua. En Europa ha aumentado un 50% la eutrofización del agua por el nitrógeno. Según dicho informe:
«Las autoridades nacionales de homologación han hecho la vista gorda ante el uso de dispositivos de desactivación que provocan impactos tan generalizados sobre la salud y el medio ambiente».
En los países de la UE los impuestos de los vehículos están relacionados con las emisiones de gases tóxicos: A más gases más impuestos, pero sólo en el papel, porque en la práctica los gobiernos no aplican la normativa. Con el fraude los vehículos pagaron menos impuestos de los que les correspondía: 11.000 millones de euros sólo en 2016. Estamos de nuevo ante la responsabilidad criminal de los gobiernos de la UE que ven en la homologación de vehículos un negocio lucrativo, protegen a los fabricantes de coches y anteponen los intereses comerciales a los daños que causan las emisiones toxicas en el aire y el medio ambiente. No es casual que Volkswagen diga que en Europa no ha actuado ilegalmente y que los millones de coches vendidos sigan contaminando tres veces más.
5.6 ¿Cerramos los ojos y oídos ante la mayor emergencia planetaria de la historia?
El camino hacia el infierno climático al que nos conducen las medidas de los gobiernos y sus estados, está empedrado de engaños, corrupción, incompetencia y opacidad. Jamás hemos dependido tanto de los gobiernos y sus estados que parecen pura insania, y en los que no se puede confiar si nos atenemos al interés comunitario y al sentido común. Sin embargo, ante los horrores del cambio climático, para una parte importante de la población la impotencia y la pasividad es la experiencia más importante de sus vidas.
Someterse mansamente a este proceso de desintegración resulta afrentoso y servil, desprovisto de vida, envuelto en un temor desbocado ajeno a la comprensión de la realidad. Comprensión significa examinar los acontecimientos que han colocado sobre nosotros, no ignorar su existencia ni someterse a su peso dócilmente. La comprensión es, en suma, enfrentarse con la realidad que nos ha tocado vivir.