Los gobiernos financian y promueven la crisis climática-2
Cuando en la década de 1960 aparece el cambio climático como un problema público, las industrias de combustibles fósiles disponían de conocimiento sobre su responsabilidad en las causas y riesgos del calentamiento global del planeta. ¿Qué hicieron? Desarrollaron y llevaron a cabo una premeditada estrategia criminal, para promover la negación y la inacción climática, mediante el cabildeo, falsedades, mentiras y engaños, gastaron millones de dólares en campañas de desinformación, con el fin de eludir su responsabilidad en la crisis climática. Mientras los efectos del cambio climático se intensificaban, continuaron aumentando la producción y uso de combustibles fósiles.
2.1 Estrategia criminal de la industria de energía fósil y calentamiento global
Según los documentos aportados por diversas fuentes 1, la industria del petróleo y el gas ya sabía, al menos desde la década de 1950, que el calentamiento global estaba causado por los combustibles fósiles. Los estudios indicaron que su continua expansión contribuiría a un calentamiento global considerable, con graves consecuencias para las poblaciones del mundo.
La industria del carbón y las empresas eléctricas lo sabían desde al menos la década de 1960: En un artículo escrito en el Mining Congress Journal, por James Garvey en agosto de 1966, titulado “La contaminación del aire y la industria del carbón”, dice 2 :
«Hay pruebas de que la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre está aumentando rápidamente como resultado de la combustión de combustibles fósiles. Si la tasa futura de aumento continúa como hasta ahora, se ha predicho que, debido a que la envoltura de CO2 reduce la radiación, la temperatura de la atmósfera terrestre aumentará y se producirán grandes cambios en el clima de la Tierra. Tales cambios de temperatura provocarán el derretimiento de los casquetes polares, lo que, a su vez, provocaría la inundación de muchas ciudades costeras, incluidas Nueva York y Londres».
Después del artículo de Garvey hay una “Discusión” de James R. Jones, ingeniero de combustión de Peabody Coal Co (hoy Peabody Energy, la compañía de carbón más grande del mundo), en la que bajo el subtítulo “La situación es urgente”, entre otras cosas, escribe: «Se está planteando una cuestión de urgencia en este tema del control de la contaminación del aire. Estamos a favor de limpiar nuestro aire. (…) estamos ganando tiempo». Peabody Energy, conocida por negar públicamente los peligros del calentamiento global, continuó ganado tiempo durante décadas y financió a varias docenas de grupos que niegan el cambio climático3. Esta financiación quedó al descubierto el año 2016 en documentos judiciales presentados por la propia empresa, investigada por engañar a los inversores y al público del impacto de Peabody sobre el cambio climático.
También desde al menos la década de 1960, los científicos que trabajaban para las empresas de los dos mayores fabricantes de automóviles General Motors y Ford sabían el efecto sobre el cambio climático de las emisiones de los automóviles. Pero los fabricantes no hicieron nada y emprendieron una campaña concertada, donando durante años de forma privada varios millones de dólares a grupos que ponen en duda el calentamiento global.
ExxonMobil4, la mayor empresa de petróleo y gas, ha mentido y engañado durante décadas a la población, difundiendo información falsa sobre la contribución de los combustibles fósiles al cambio climático y sus destructivas consecuencias ecológicas y sociales. A finales de la década de 1960 Exxon ya era consciente de que las emisiones globales de CO2 procedentes de la quema de combustibles fósiles afectaban al calentamiento global. Desde finales de la década de 1970, Exxon disponía de estudios científicos propios que afirmaban que el calentamiento del planeta era real y causado por el uso de combustibles fósiles. Sin embargo, Exxon organizó campañas de desinformación negándolo y sembrando la incertidumbre sobre las causas del cambio climático. Así, ha repetido incesantemente que es “poco fiable” atribuir la subida de la temperatura a acumulación de los gases producidos por la quema de petróleo, gas y carbón. Esta criminal actuación de la petrolera es aún mayor, ya que las previsiones de sus estudios sobre el aumento de la temperatura global del planeta eran acertadas y se corresponden con lo que realmente ha ocurrido. El cinismo criminal de ExxonMobil ha llegado al extremo de seguir financiando y apoyando a quienes niegan el cambio climático, incluso después de reconocer públicamente la realidad del cambio climático.
Pero Exxon no era un caso aislado. El principal objetivo del Instituto Americano del Petróleo (API) es promover los intereses de la industria del petróleo y el gas en todas sus ramas, dándole «una voz unificada» a sus más de 600 empresas, entre las que se encuentran grandes petroleras europeas como British Petroleum, Shell, Total, Repsol o Equinor (antes llamada Statoil). Entre 1979 y 1983 API creó un grupo de trabajo para compartir investigaciones climáticas. El grupo incluía científicos e ingenieros de alto nivel de las principales compañías multinacionales de petróleo y gas, incluidas Exxon, Mobil, Amoco, Phillips, Texaco, Shell, Sunoco, Sohio, así como Standard Oil of California y Gulf Oil, las predecesoras de Chevron. El 29 de febrero de 1980, API organiza una reunión con su grupo de trabajo sobre CO2 y clima, al que asisten representantes de Exxon, Texaco y Standar Oil de Ohio (SOHIO) 5. La reunión se centró en el informe del Dr. John A. Laurman: El problema del CO2. El informe reconoce de manera inequívoca que existe «una fuerte evidencia» de que el aumento en la concentración de CO2 atmosférico es «antropogénico» y causado «principalmente por la quema de combustibles fósiles». Además, el informe predice un aumento de temperatura global de 2,5 grados centígrados para 2038 y de de 5 grados para 2067, con «efectos catastróficos a nivel mundial».
La francesa Total Energíes, una de las grandes multinacionales de combustibles fósiles, sabía desde 1971 que se estaba produciendo un cambio climático y que la causa principal era la quema de combustibles fósiles. Participa en el cabildeo para evitar reducir las emisiones de GEI y que se apruebe un impuesto a los combustibles fósiles. Forma parte de las poderosas organizaciones del sector de energía fósil: API, IPIECA (https://www.ipieca.org/), CONCAWE (https://www.concawe.eu/) y OGCI (https://www.ogci.com/). Públicamente su enfoque es de reconocer la realidad del calentamiento global mientras se subestima la urgencia y la certeza de sus efectos. Pero, en privado , un documento interno analiza que “una vez que los efectos son mensurables, corren el riesgo de ser irreversibles”. En junio de 2015 anunció la venta de su filial en Sudáfrica del sector del carbón, pero ha seguido realizando enormes inversiones en la cadena de exploración y producción de petróleo y gas 6.
Un estudio de 1988 de la multinacional de combustibles fósiles Shell, titulado El efecto invernadero y marcado como confidencial 7, reconoce la responsabilidad de la industria, cuando afirma: “Aunque el CO2 se emite a la atmósfera a través de varios procesos naturales… se considera que la causa principal del aumento de las concentraciones de CO2 es la quema de combustibles fósiles”. Incluso cuantifica en un 4% las emisiones globales de los productos (petróleo, carbón y gas) de Shell en 1984. El estudio hace también un análisis detallado de posibles impactos climáticos del calentamiento global: «cambios significativos en el nivel del mar, las corrientes oceánicas, los patrones de precipitación, la temperatura regional y el clima»; puede provocar el deshielo de la Antártida occidental, lo que resultaría en un aumento mundial del nivel del mar de «cinco a seis metros”. También establece que los cambios afectarían “al entorno humano, los estándares de vida futuros y el suministro de alimentos, y podrían tener importantes consecuencias sociales, económicas y políticas”. Advierte sobre la «desaparición de ecosistemas específicos o la destrucción de hábitats», predice un aumento de «escorrentías, inundaciones destructivas e inundaciones de tierras agrícolas bajas» y señala que «se requerirían nuevas fuentes de agua dulce» para compensar cambios en la precipitación. Los cambios de la temperatura del aire también «cambiarían drásticamente la forma en que las personas viven y trabajan». El estudio de Shell, concluye diciendo que “los cambios pueden ser los más grandes en la historia registrada” y añade esta aterradora advertencia: “Sin embargo, para cuando el calentamiento global sea detectable, podría ser demasiado tarde para tomar contramedidas efectivas para reducir los efectos o incluso para estabilizar la situación”.
Es decir, que hace más de 50 años que las empresas de combustibles fósiles ya sabían cual era la responsabilidad de su propio negocio sobre los efectos destructores para el clima del CO2, el calentamiento global del planeta y sus catastróficas consecuencias para los ecosistemas y la vida humana. Pero lo ocultaron, organizan y financian campañas negando el cambio climático y, con una perversión criminal, siguieron aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y la temperatura global del planeta. Como veremos en otros apartados de este documento, los intentos de la industria de combustibles fósiles para obstaculizar la acción climática continúan hasta el día de hoy. La industria fósil tiene un largo historial de contratación de empresas de relaciones públicas, con la misión de crear grupos con aparente y falsa buena imagen, para sembrar confusión y dudas sobre el cambio climático 8.
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2.2 De 1988 a 2015 «apenas 100 empresas produjeron el 71% de las emisiones mundiales» de GEI
Desde el comienzo de la industrialización unas 90 empresas (privadas y públicas) entre las que se encuentran las mayores productoras de carbón, petróleo, gas y cemento, son responsables de dos tercios de las emisiones globales a la atmósfera de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, aunque las empresas eran conscientes de los efectos destructores para el clima del CO2 , según el informe El cambio climático y la pobreza (punto 35) 9 del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Philip Alston: «De 1988 a 2015 las empresas de combustibles fósiles multiplicaron por dos su contribución al calentamiento global al producir en 28 años un volumen de emisiones equivalente al producido en los 237 años posteriores a la Revolución Industrial. Durante ese periodo apenas 100 empresas produjeron el 71% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero».
En el año 2015 la industria de combustibles fósiles y sus productos era responsable del 91% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) con fines industriales y del 70% del total de emisiones de origen humano.
2.3 Banca–industria de energía fósil: buscan mantener el liderazgo energético los próximos 100 años
La industria de la energía fósil no es la única responsable de la crisis climática. El sistema financiero público y privado es el encargado de financiar una economía mundial que depende en gran medida de los combustibles fósiles, del uso insostenible de la tierra, del agua y los mares. Su principal objetivo, ya sea político o financiero, son los intereses a corto plazo.
Durante los últimos siete años desde 2016 (el año en que entró en vigor el Acuerdo de Paris) hasta 2022, los 60 mayores bancos del mundo financiaron a unas 3200 empresas de la industria de combustibles fósiles. Les dieron enormes sumas de dinero por un total de 5,5 billones de dólares USA, concediéndoles préstamos, suscribiendo emisión de deuda y acciones 10. Esta enorme cantidad de dinero ha servido para la extracción de petróleo en arenas alquitranadas, petróleo y gas (en el Ártico, en aguas profundas de alta mar, en la Amazonia o mediante fracking), gas natural licuado (GLN) y para minería del carbón. De modo que la financiación y las políticas de apoyo de los bancos a los combustibles fósiles siguen promoviendo el calentamiento global, la crisis y el caos climático. Hasta el secretario general de la ONU, que no es precisamente un radical, ha dicho11 que las compañías de combustibles fósiles y los bancos que las financian “tienen a la humanidad agarrada por el cuello”. Lo que no dice es que las Conferencias de las Partes de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (conocidas como COP) han sido cómplices de la industria fósil y de los bancos, como veremos más adelante.
Los bancos estadounidenses son los principales financiadores mundiales de los combustibles fósiles. Les siguen los bancos de Canadá, China, Japón, Francia y Gran Bretaña. Encabeza la lista el banco más legendario de la industria energética fósil, JPMorgan Chase, con una financiación de 434.154 millones de dólares USA en los siete años. Entre los 60 se encuentran tres bancos con sede en España: Banco de Santander (en el puesto 32) con 51.168 millones de dólares, el BBVA (en el puesto 43) con 29.511 millones de dólares y Caixabank (en el puesto 55) con 9.106 millones de dólares.
2.4 Hipocresía criminal de la banca: Financiar a la industria fósil y propaganda ambiental
Sólo en el año 2022 esos 60 mayores bancos del mundo concedieron 673.000 millones de dólares a la expansión de los combustibles fósiles. Ese año Caixabank aumentó un 364% su financiación a la energía fósil. Pero la hipocresía de la banca carece de límites: Mientras siguen financiando a la industria de combustibles fósiles, en una nueva muestra de cinismo criminal, falsedad y fraude de sus promesas, durante el año 2022 los bancos siguieron haciendo propaganda de sus vagos objetivos de emisiones netas cero de gases de efecto invernadero (GEI). En su mayor parte, son promesas ambiguas para fingir que hacen algo por el medio ambiente antes de 2050 (fecha establecida en el Acuerdo de Paris). Esta propaganda sólo es un lavado verde de su imagen pública para camuflan su verdadero objetivo: mantener el control sobre el flujo del dinero y seguir obteniendo enormes beneficios de la energía fósil.
En el año 2011, el estudio12 La red de control corporativa global, tras analizar las redes de 43.060 multinacionales, observó que 737 controlaban el valor accionarial del 80% del total, aunque un pequeño núcleo de 147 controla el 40% del valor de todas las multinacionales; y de ese pequeño núcleo tres cuartas partes son entidades financieras que, curiosamente, las más importantes son las que figuran entre las 60 que están financiando los combustibles fósiles. Es la confirmación del dominio del capital financiero sobre el capital industrial y el Estado.
No es casual que con semejante apoyo financiero, el Instituto Americano del Petróleo (API) dijera en el tributo al centenario de su creación (1919 – 2019), que se sienten «capaces de planificar un futuro optimista y un liderazgo global debido al abundante y seguro gas natural y petróleo». Según API, en la industria del petróleo y el gas natural «están los próximos 100 años del liderazgo energético». Lo que nos indica que la industria fósil, controlada en buena parte por la banca, con la colaboración de los gobiernos, no tiene intención de hacer nada para mitigar el horror de la crisis climática.
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Le sigue teniendo sin cuidado las devastadoras catástrofes que provoca, los daños ambientales, el hambre y la malnutrición, la pobreza, el sufrimiento y la muerte de millones de personas que causa la contaminación atmosférica ambiental. Excepto para obtener un beneficio del desastre que la propia industria causa. ¿Cuánto tiempo más le vamos a seguir permitiendo su conducta perversa y criminal? Porque la abundancia de hechos nos dicen que la avaricia destructora de estas empresas no cesará a menos que se lo impidamos.
2.5 Confiar en la banca y empresas de combustibles fósiles es una catástrofe para la humanidad
Es evidente que la banca y empresas de combustibles fósiles no son de fiar. Por mucho maquillaje que los gobiernos les pongan, ellas han sido, son y seguirán siendo los principales responsables del calentamiento global del planeta. El historial criminal de esta industria y la banca que la financia, deja claro que depender de ellos para combatir el cambio climático sería un desastre aún mayor para la humanidad y para los ecosistemas de la Tierra.
Porque el daño causado por la quema de combustibles fósiles no se limita sólo a las consecuencias de las temperaturas altas y olas de calor, sequías, incendios forestales, inundaciones o huracanes devastadores, cada vez más frecuentes. Su uso provoca el aumento de daños a la salud y millones de personas muertas13 cada año por contaminación atmosférica ambiental. Según la Organización Mundial de la Salud, afecta al 93% de todos los niños y a unos 630 millones de menores de 5 años en todo el mundo 14. Nos han privado hasta de la libertad de poder respirar aire no contaminado.
2.6 Las ganancias de la industria de energía fósil son una injuria sangrienta
Los temores a la escasez de energía de la guerra por delegación en Ucrania, fueron aprovechados por las compañías de combustibles fósiles para conseguir enormes ganancias subiendo aún más los precios mundiales del petróleo y del gas. Estas ganancias son una injuria sangrienta: La subida de los precios de la energía fósil ha provocado el aumento del precio de los alimentos y existe el riesgo de una crisis alimentaria global catastrófica. Mientras la gente muere de hambre o está en la indigencia, enferma y pasa penurias debido a los desastres provocados por el cambio climático, que continuan extendiéndose por todo el mundo.
En el año 2022 las grandes petroleras occidentales BP, Chevron, Equinor, Exxon Mobil, Shell y Total Energies, duplicaron sus ganancias por valor de 219 mil millones de dólares USA. Mientras la industria fósil se enriquece, millones de personas se encuentran en pobreza energética. El uso de estos beneficios es aumentar la producción de combustibles fósiles y pagar a los accionistas 110 mil millones en dividendos y recompra de acciones. Una vez más, en este desigual e injusto mundo capitalista los beneficios están por encima de cualquier consideración. Es una enorme y estúpida ingenuidad pensar que la industria fósil va a cambiar su negocio. Las promesas climáticas que hicieron hace unos años de reducir la producción, cuando los combustibles fósiles eran menos rentables, han sido un nuevo engaño integrado en su estrategia.
NOTAS
1 Documentos difíciles de encontrar, buscar en https://www.climatefiles.com/
3 La mayor empresa de carbón de EE. UU. financió a decenas de grupos que cuestionan el cambio climático
4 Mentiras y engaños de ExxonMobil Campaña de 33 millones de dólares de negación climática
https://www.desmog.com/2016/04/26/there-no-doubt-exxo n-knew-co2-pollution-was-global-threat-late-1970s/ https://www.theguardian.com/environment/climate-consensus-97-per-cent/2015/nov/25/two-faced-exxon-the-misinformation-campaign-against-its-own-scientists
5 https://insideclimatenews.org/news/22122015/exxon-mobil-oil-industry-peers-knew-about-climate-change-dangers-1970s-american-petroleum-institute-api-shell-chevron-texaco/ https://www.documentcloud.org/documents/3483045-AQ-9-Task-Force-Meeting-1980.html
6https://www.totalment.fr/les-revelations https://static1.squarespace.com/static/61126c60fede9855cd451559/t/616da07e469cf77d7c812525/1634574464969/Bonneuil-Choquet-Franta_GEC2021_Early+warnings…Total%E2%80%99s+responses+to+global+warming_vf+SS+EMBARGO+%281%29.pdf
7Las advertencias secretas sobre el cambio climático de Shell y Exxon en los años 80
8https://www.theguardian.com/us-news/2023/jul/09/climate-leadership-council-big-oil-thinktank#:~:text=As%20fossil%20fuel%20companies%20continue,leadership%20council%E2%80%9D%20appears%20to%20be
9 https://undocs.org/A/HRC/41/39
10 Banking on climate chaos 2023
11https://www.theguardian.com/environment/2022/jun/17/fossil-fuel-firms-un-head-antonio-guterres-blistering-attack
12La red de control corporativo global
13https://www.thelancet.com/pb-assets/Lancet/stories/commissions/pollution-2017/spanish_translation.pdf https://mega.nz/file/1c1wRJCQ#i5kUcknSw8JvyoDOF4TZgCX_eg8_WY_kSCzBQ-UQTN0
14 Contaminacion-atmosferica-y-salud-infantil_OMS
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